viernes, 28 de noviembre de 2008

PRINCIPIOS POLÍTICOS DE UNIÓN POR TODOS

MATERIAL PARA EL TALLER QUE REALIZAREMOS EL 02-12

1 Por una alternativa de gestión y participación para todos

La coyuntura política argentina hace indispensable y urgente establecer las bases legítimas del funcionamiento y la identidad de Unión por Todos dentro del marco de la democracia constitucional.
Ante todo, debemos preguntarnos cómo ejercer el poder, dentro del marco de las instituciones democráticas.
Las instituciones son las estructuras elementales de la sociedad que codifican sus costumbres. En nuestra sociedad ha predominado la astucia del caudillo, frente al cual la gente en lugar de buscar protegerse de sus estratagemas de dominio, queda cautiva de ellas. Así, la sociedad civil se estructura sobre pautas de sometimiento y no sobre pautas de derecho.
Este es el origen social de un sistema de partidos que se transforma en un sistema de prerrogativas y prebendas corporativas.
La primera tarea es la necesidad de trabajar para restablecer la legítima representatividad del poder delegado en los partidos, en cuanto instituciones a través de las cuales la Sociedad Civil hace valer sus aspiraciones. La crisis que nos ha llevado a la situación extrema de disociación social y anomia, que la inseguridad jurídica y social evidencian, demuestra que el poder arbitrario de la lucha partidaria y sus internas determinó íntegramente la gestión de gobierno e invirtió la naturaleza del poder sustituyendo el poder legitimo que emana de la sociedad civil por el poder del aparato que emana de su control y hegemonía.
El resultado está a la vista y se verifica en la disolución del rol de las instituciones democráticas (poder ejecutivo, judicial y legislativo), que sustituyeron su función y se conformaron como corporaciones disociadas de la sociedad a la que pretenderían representar.
Esto define una estrategia política que cumpla con la doble función de ser control democrático de la gestión de gobierno y propuesta alternativa en cada caso. Es necesario institucionalizar la gestión de gobierno para que pueda cumplir con autoridad las políticas de Estado.
El ejercicio de las instituciones comienza por la recuperación del Estado para la Nación, en lugar de la subordinación de la Nación al poder político que ejerce la función de Estado. Uno de los factores de fondo que han interferido en el proceso de la afirmación histórica de nuestra identidad nacional ha sido la identificación de la Nación con el partido dominante, no sólo en detrimento de la legítima democracia, sino por la marginación y discriminación de toda la sociedad civil ajena al partido.
Los partidos políticos tienen la misión de representar a la sociedad civil sobre la base de los principios que postulan como los fundamentos de su acción política. Por lo cual los partidos son una institución al servicio de la democracia social, no de un determinado líder o aparato de poder.
Un partido político, así lo entiende Unión por Todos, en lugar de representar a sus propios intereses de poder, como ocurre en todas las corporaciones políticas, representa ideas que fundan políticas de Estado al servicio de la sociedad, acordes con los ideales de una Nación, expresados en la declaración básica de su pacto social: su Constitución. Esta es la estructura propia de las modernas democracias constitucionales.
Sin esta doble representatividad, de las ideas como propuestas de políticas de Estado, y de la sociedad civil, el poder gira sobre sí mismo y se transforma en el agujero negro que atrae mortalmente sobre sí a todos los valores que, puestos a su servicio, son tergiversados. Esto mismo demuestra que la verdadera función social de las ideas no consiste en proponer mitos colectivos para incrementar el poder, que traicionan los intereses del bien social. Todas las grandes dictaduras genocidas tienen en común el poder seductor de los delirios colectivos.
Sólo la representatividad legitimada por los principios, la ley, los valores y las ideas junto con una práctica consecuente con ellos, da lugar a una vida social y política democrática. Esa también es la condición de que la sociedad tenga una verdadera participación en el poder de decisión colectivo y haga posible la convivencia.
La ética del poder consiste en su limitación por medio de las instituciones que ponen al Poder Ejecutivo bajo el control del Poder Judicial y Legislativo, que deben controlar la gestión de gobierno para que sea verdaderamente representativo de los ciudadanos y no de los intereses del poder dominante.
El aparato político de poder ha comprometido en su beneficio todos los valores sociales y en sus luchas internas ha transformado a la indigencia y el desempleo en una sindicalización de la pobreza que sirve de base al clientelismo político.
El clientelismo es la manera en que el aparato se garantiza su continuidad en el poder. La lucha contra el clientelismo es la lucha por la construcción de ciudadanía, del capital social, requisito indispensable para una sociedad libre. Para Unión por Todos ésta es una batalla estratégica, porque es recuperar la libertad del voto.
Todo el sistema de valores que sostiene la trama de la sociedad civil cae y en su lugar se impone la negación de todos los valores bajo la fórmula del antivalor: el todo vale como recurso del poder.
Proliferan así en todos los estamentos institucionales diferentes formas del delito y un Estado que deslegitima a la ley como recurso ordenador de las conductas sociales.
Fuerzas de seguridad implicadas en el delito, pactos con sectores políticos a cambio de espacios de poder, pactos con sectores sindicales a cambio de la administración de recursos, pactos con gobernadores e intendentes a cambio del uso discrecional de recursos del Estado, pactos con piqueteros “buenos” a cambio del manejo de planes sociales, pacto con corporaciones económicas.
Pactos que preservan el poder corporativo.
Unión por Todos considera que se deben realizar los auténticos acuerdos sobre la base de intereses legítimos éticos, y no como la suma de concesiones a los poderes responsables de la realidad del país.
La Nación está presa de un sistema político organizado para que el aparato peronista sea el único que pueda sostenerse en el poder. El partido de gobierno genera la crisis y luego se separa de ella y quiere aparecer cruzando de vereda con su solución. Cambia la cabeza para sostener el mismo cuerpo de poder. Los mismos clanes provinciales, el mismo poder sindical, el mismo aparato político se esconde tras la máscara ideológica que trae la ola.
Los mismos actores de reparto queman cada tanto al actor protagónico para seguir en la obra. Así al quemar a un solo hombre en la hoguera mantienen la perseverancia del funcionamiento de un partido y de una lógica de poder. Esto no se encamina a corregir un sistema político, sino a eternizarlo.
Por ese motivo es que en esta Argentina nada tiene solución, porque lo que importa no es resolver los problemas, sino transformarlos en recursos para una campaña de poder que no acaba nunca y se continúa entre el clientelismo y los espectáculos mediáticos.
Por eso el mismo partido que legitimó las graves falencias de los organismos internacionales luego los demoniza. Todo se reduce entonces a gesticulaciones y desafíos de asamblea exasperada, mientras del otro lado se hacen concesiones que la debilidad de esa misma postura propicia con el silencio del encubrimiento. Como el tero que pone los huevos aquí y pega el grito allá. Se necesita inteligencia, eficiencia y rigor, que son lo más opuesto a los montajes circenses a los que son afectos todos los caudillos nacionales y extranjeros.
La crisis de la Argentina es ante todo, la de su cultura social y política. por lo mismo consideramos que es sólo desde esta perspectiva de fondo que Unión por Todos debe hacer las propuestas que resultan de su proyecto político renovador, que representa las necesidades más urgentes y perentorias de una sociedad a la que se está privando de su propio ideal de Nación.
Guillermo Maci

2 Nuestro ideario

1. Representación:
Un partido político debe usar el poder que la gente le delega para representarla en sus legítimos intereses comunes.
2. Ética:
Un partido político debe velar por el interés general y no debe capitalizar la acumulación de poder en beneficio propio.
3. Justicia:
Un partido político debe consagrar su actividad a resolver los problemas con legalidad, equidad y participación de todos.
4. Bien común:
Un partido político debe tomar a su cargo el cuidado del capital social y, a la vez, le sirve éste de orientación ideológica abierta, en lugar de apelar a dogmas de izquierda o de derecha que sólo sirven para justificar imaginariamente los intereses del poder dominante.
5. Alternativas políticas:
Un partido político debe aspirar a unir ciudadanos con afinidad de pensamiento (no todos) mediante una institución legítima, constitucional y democrática, y no a formar una fuerza de choque u oposición como aparato político para defender intereses.
Un partido político debe constituirse legítimamente para aprobar o disentir respecto a los proyectos de Estado que considera válidos o inviables, y no para forjar corporaciones de intereses.
6. Instituciones republicanas:
Un partido político debe abrir un espacio de poder representativo, mediante instituciones que no formen parte del aparato político.
La gran opción es: defender la "cosa nuestra" (república) o defender la "cosa nostra" (mafia)
7. Ejercicio democrático y no meras elecciones:
Un partido político debe dar a las elecciones un valor de decisión con respecto a ideales, valores y soluciones, en lugar de transformarlas en un mero acto electoral (de escasa concurrencia real)
8. Libertades públicas y privadas:
Un partido político no debe confundir la oposición con el ser obstáculo del gobierno en beneficio del propio poder, sino como expresión de la libertad de fundar la acción política en el debate y búsqueda del consenso, y en la crítica real de las propuestas del Gobierno.
9. Búsqueda y construcción de consensos:
Un partido político debe buscar el consenso abierto para fundar las políticas de Estado.
10. Independencia de poderes:
Un partido político debe defender la legítima independencia de los poderes, que es lo que los define como instituciones de la Nación, y no como baluartes del poder hegemónico.
11. Legalidad y justicia:
Un partido político debe defender la ley y la justicia como marco de negociación de intereses renunciando a la demagogia y el despotismo de unos contra otros.
12. Desarrollo y Progreso social:
Un partido político debe buscar la convergencia de todos, y la consolidación progresiva de una sociedad (no de una clase social) que no excluye a nadie, y que reúne a todos en torno a valores básicos como la equidad, la justicia, la libertad, la participación y la ética social.
14. Antipersonalismo:
Un partido político no debe buscar la promoción de una imagen idolátrica, sino el resguardo de las instituciones sociales en beneficio de la ley y no de la extorsión.
15. Anticorporativismo:
Un partido político debe fundar la seguridad social en la disolución de las corporaciones de intereses del poder y escondidas detrás del poder, y en la plena vigencia del estado de derecho fundado en la vigencia de la ley.

Nuestros objetivos

1. Recuperar la legalidad
La inseguridad jurídica y desprotección de la sociedad civil es estructural, pues delata que, la Argentina, carece de un Estado capaz de hacer valer la ley, pues está preocupado en mantener complicidades, pactos y componendas destinadas a eternizar el poder contra todas las instituciones de la democracia, tanto a nivel nacional como provincial.
Unión por Todos propicia el cumplimiento pleno y completo de la Constitución Nacional y las leyes que no atenten contra ella.



2. Recuperar la justicia independiente
Para ello es necesario reconocer que la inseguridad colectiva es un fenómeno social infraestructural, constituido sobre la base de la complicidad del poder político provincial, sus intendencias locales, los policías corruptos y la delincuencia corporativa. Este sistema paramilitar es heredero del que tuvo vigencia bajo el proceso, que sigue montado con la misma estrategia de funcionamiento, que consiste en la usurpación de todos los bienes sociales al arbitrio del poder.
Unión por Todos considera que es sólo desde un poder judicial reformado y autónomo que es posible desarmar el sistema infraestructural de la corporación política delictiva. No basta cambiar unos policías por otros, sino desmontar de raíz el pacto mafioso. Sólo así las fuerzas de seguridad volverán a estar al servicio de la ley.
Esto reclama urgentemente una reforma de fondo en el accionar de las fuerzas policiales, para que estén sujetas a la ley.

3.- Recuperar los premios y castigos
La plena vigencia de la ley presupone autoridad para aplicarla y sancionar la condena merecida. La ley no está hecha para justificar el delito, sino para condenarlo. Pero para ello se requiere que la justicia pueda ejercer su poder sin las presiones que la tergiversan desde el poder establecido, según se ha denunciado cada vez con mayores fundamentos y pruebas fehacientes.
Unión por Todos propone el pleno restablecimiento del poder judicial independiente, para que la ley se imponga sin condiciones y el Estado pueda así representarla.

4. Recuperar la dignidad sin clientelismo
Así como la inseguridad lo demuestra, todos los problemas han sido puestos al servicio de la lucha de poder, por lo cual la sociedad cautiva en sus conflictos, ha quedado abandonada a su suerte, en cuanto a la resolución de las cuestiones urgentes que la aquejan.
Unión por Todos propone una política de Estado con una adecuada gestión, destinada a los problemas más urgentes del hambre, la pobreza y la indigencia que, hoy se observan reducidos a servir de base, tan sólo, a los recursos del clientelismo político.

5. Recuperar la cultura del trabajo
Ello mismo supone una auténtica política social fundada en la dignidad del trabajo.
A estos fines Unión por Todos propone que se establezcan planes de corto, mediano y largo plazo tales como el ingreso social universal, crédito para emprendimientos, recalificación profesional y otros con el objetivo de generar empleo genuino y reestablecer la cultura del trabajo.

6. Recuperar la confianza y la inversión
La inversión es la fuente genuina de creación de empleo, y para que exista confianza inversora debe haber seguridad jurídica y riesgo empresario conocido.
Unión por Todos propicia desarrollar una política de auténticas inversiones productivas y no del aumento del gasto prebendario, promoviendo el retorno de los capitales argentinos dirigidos a la producción y no a la especulación.



7. Recuperar la educación como valor humano básico para ser libre y progresar
La educación y la formación profesional son la base del desarrollo personal y el crecimiento intelectual. Unión por Todos propone la urgente recuperación de un plan educacional integral que recupere la plena actividad de las escuelas, base de la comunicación, la libertad, la participación y el auténtico desarrollo social.

8. Recuperar la familia como núcleo social básico
La familia es el núcleo social básico en el que se desenvuelve el ser humano, y como tal debe ser preservada.
Unión por Todos propone un plan de fortalecimiento de la familia, como polo de formación primordial, lo que requiere una auténtica planificación y desclientización de la asistencia social familiar.
No debemos condenar a cientos de miles de familias a comer en comedores públicos para toda la vida.
Debemos volver a la dignidad de la alimentación digna en el ámbito familiar.

9. Recuperar la cultura de los valores
La cultura ha demostrado a través del tiempo la distancia insalvable que media entre la política del rendimiento al menor costo y la cultura. Se ha hecho evidente el riesgo de reducir los valores propios de la cultura y la educación al cálculo restringido de la relación entre inversión, costo y beneficio. Se olvidó que la cultura, por ser creación incrementa incesantemente el valor, y por lo mismo, no hay crecimiento económico sin desarrollo de la cultura.
Unión por Todos sostiene que la transformación de la cultura social es a la vez la transformación de la cultura política.

10. Recuperar la ciencia, la tecnología y la investigación
La investigación científica y la tecnología son claves para el desarrollo. La Argentina provee cerebros para cubrir el déficit de profesionales en países industrializados. Unión por Todos propone revertir este proceso suicida. Pero para ello es indispensable tomar conciencia que la ciencia no es un adorno de salón literario, sino la base de sustentación del desarrollo tecnológico y social.
Unión por Todos sostiene la necesidad de crear un sistema que garantice a los investigadores, para que puedan trabajar confiados mediante el estímulo moral y material al trabajo científico.

11. Recuperar la representación parlamentaria
Es necesaria una profunda reforma de la institución parlamentaria para que ésta deje de ser el lugar donde ser diriman y negocien los intereses sectarios y corporativos de los diferentes grupos de poder nacionales y provinciales.
Unión por Todos considera que es indispensable que el Parlamento vuelva a su auténtico funcionamiento como organismo fundamental de formulación de leyes ligadas a políticas de Estado que respondan a las necesidades de la sociedad íntegra y no en beneficio de sectores corporativos.

12. Recuperar la autonomía de los poderes ejecutivos
La primera condición de la gobernabilidad es la autonomía del poder para ejercer la autoridad de la ley para todos y por todos.
El Poder Ejecutivo no es dueño de la Nación, Provincia o Municipio, sino solo su administrador temporario
Unión por Todos considera que el Poder Ejecutivo no debe ser patrimonio de una persona ni de un partido, sino debe estar fundado en la autoridad que le confiere el no ser cómplice ni asociado de grupos de intereses sectoriales, para poder ser quien gobierna a todos.
Fernando Brom




3 Fundamentos teóricos de los Principios Políticos


Union por Todos, una auténtica representación social
Guillermo Maci, Matías Lobos

La democracia representativa argentina se encuentra atravesada por tres grandes problemas:
El primero de estos reside en la pérdida de centralidad de la política como mecanismo rector de las relaciones sociales y económicas.
El segundo consiste en la crisis de representación política de los gobernantes en particular y de los políticos en general.
Y el tercer problema se localiza en la percepción ciudadana de la democracia como un sistema político que no ha sido capaz de dar respuesta a los problemas sociales más graves que castigan a nuestra comunidad.

Estos tres problemas desencadenan tres grandes consecuencias.

El primero de estos problemas desencadena una autonomización de las fuerzas económicas con respecto a la lógica de control de la política.

El segundo problema contribuye a que los partidos políticos se vean con severas dificultades para cumplir con su función de mediación entre el Estado y la sociedad civil. Este último aspecto se manifiesta claramente en la desidentificación partidaria que en el presente vive la ciudadanía y en la desafección política que en la actualidad tiene la mayoría de los ciudadanos.

La tercera consecuencia, cuando la democracia no funciona como un sistema político eficiente y eficaz a la hora de resolver los problemas sociales y solucionar las situaciones de exclusión social, radica en la activación de una profunda crisis de legitimidad de las propias bases del sistema democrático.

La crisis de representación política y el descrédito de la política suponen revisar la relación existente en nuestro país entre el poder político y la sociedad civil.
La mencionada relación se encuentra marcada por un proceso de apropiación del poder por parte de los dirigentes que detentan el poder político.
En lugar de reconocer que en una verdadera democracia debería existir una delegación del poder por parte de la sociedad civil en aquellos grupos de dirigentes que la representan, estos grupos dirigenciales asumen el poder delegado por la sociedad como una propiedad privada exclusiva, que les asegura la concentración del poder y la acumulación de recursos estatales con el objetivo manifiesto de subordinar la búsqueda social del bien común a la satisfacción de sus intereses particulares.
Este proceso construye una tergiversación de la vida política, pues si consideramos que la acumulación de poder como apropiación soslaya la representatividad política de la sociedad civil, los que detentan el poder político se convierten en los portadores de un poder ilegítimo debido a que se representan a sí mismos y dejan de representar a la sociedad.

El proceso de apropiación del poder antes descripto, ocasiona efectos

en la relación de representatividad entre la sociedad y el poder político, en la gobernabilidad del sistema democrático y en el pacto social básico entre la sociedad y sus dirigentes políticos.

La primera de estas consecuencias es el riesgo de muerte lenta de nuestra democracia.
En un proceso de muerte lenta de la democracia se produce, en primer término, una deslegitimación del poder político, esto es: hay una pérdida de confianza, una pérdida de credibilidad en las fuerzas políticas, en los actores políticos, en los dirigentes que tienen que ocupar posiciones de gobierno.

En segundo, el estado comienza a ser percibido como un instrumento que está al servicio de una facción, como un estado que pierde la capacidad de regular neutralmente los conflictos, y trabajar en beneficio de la nación. Se comienza a percibir al estado entonces como un instrumento que está al servicio de un sector, de una clase, para ponerse al servicio entonces de ese grupo, de esa parcialidad y no trabajar en beneficio de toda la comunidad.

Y en tercer término, se produce una reducción de la arena política, es decir se comienza a descreer de la política como actividad transformadora del orden político y social. En definitiva la muerte lenta entonces se caracteriza por una pérdida de confianza en los gobernantes, por una pérdida de confianza en el estado y por una pérdida de confianza en la política.

La segunda de estas consecuencias es el debilitamiento de las instituciones republicanas como mecanismos reguladores de la conflictividad social y la consolidación de prácticas políticas caudillistas en la conducción de los recursos estatales. El caudillismo en la política argentina implica una concepción del poder donde no hay lugar para los derechos y priman las prerrogativas. El acceso a los derechos queda condicionado por la proximidad política de las personas a los dirigentes, evitando de esta forma el ejercicio pleno de la ciudadanía social y política para una inmensa mayoría de la sociedad argentina.
Unión Por Todos le formula a la sociedad argentina una propuesta para superar el descrédito de la política y mejorar la calidad de la representación en la democracia argentina. La mencionada propuesta se asienta en cinco pilares básicos:

La construcción de una democracia que se sustente en instituciones republicanas sólidas que aseguren:

Ø una verdadera división de las funciones del estado, el respeto irrestricto a las leyes, la construcción de un sistema político democrático con amplios mecanismos de participación popular, la lucha constante por mandatos limitados, la búsqueda permanente de la justicia y la lucha contra la impunidad, la construcción de mecanismos que aseguren la transparencia en la administración de la "cosa pública", y la elaboración de dispositivos institucionales que aseguren el equilibrio del poder y el sistema de pesos y contrapesos.

La construcción de una democracia sustantiva que les asegure a los ciudadanos tres cuestiones elementales:

Ø la participación ciudadana real en los mecanismos de toma de decisiones públicas, el acceso a la ciudadanía social a través de políticas sociales universales y el desmembramiento de las redes clientelares de asistencia social, y la ruptura definitiva de los poderes corporativos, personalistas y caudillistas.

La construcción de una democracia con herramientas para que la sociedad sea realmente autónoma y protagonista de las decisiones públicas.

Ø herramientas de participación ciudadana que aseguren el control de los dirigentes políticos y eviten caer en el proceso de apropiación del poder delegado por parte de los mencionados actores,

La construcción de una democracia que se asiente en una concepción del poder como espacio para el logro de consensos sociales básicos para el progreso y el bien común.

La construcción de una democracia que permita el diseño y la ejecución de políticas de estado de largo plazo, que tiendan hacia:

Ø un estado profesional fundado en el mérito, la transparencia en la gestión pública, la implementación de políticas sociales universales, la puesta en funcionamiento de mecanismos de gestión pública responsables, el control ciudadano de la gestión, y la administración por resultados.












Union por Todos, por un desarrollo económico capitalista sostenible con equidad distributiva.
Manuel Del Valle, Fernando Riavec, Ernesto Rona, Luís Agostinetti

Unión por Todos considera un solo tipo de desarrollo: el que está basado en una nueva ética empresaria con responsabilidad social y en un sindicalismo responsable. El desarrollo es incompatible con clanes sindicales, corporaciones empresarias y aparatos políticos prebendarios.
Unión por Todos sostiene un capitalismo socialmente responsable como estructura fundamental de una democracia moderna.
La Argentina no es un país carenciado, sino un país cuya riqueza ha sido vaciada por el sistema de las sucesivas administraciones de un poder ilegítimo.
Unión Por Todos brega por un desarrollo capitalista sustentable con equidad distributiva.
El desarrollo sustentable es uno de los mayores desafíos de la humanidad. La Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo definió al desarrollo sustentable como la habilidad de asegurar las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para cubrir sus propias necesidades.
Esta definición, presenta distintas dimensiones que deben ser tenidas en cuenta en el diseño y la gestión de las estrategias de desarrollo económico.
Para llevar adelante el desarrollo económico a largo plazo, se requiere de un conjunto de reglas estables y perdurables en el tiempo. Las mencionadas reglas solo pueden cumplirse en el marco de un Estado de Derecho que posicione a las leyes por encima del accionar de los gobiernos y por encima de los intereses privados de los particulares, con instituciones respetadas y respetables. Asimismo, las reglas para un funcionamiento eficiente de la estructura económica capitalista exigen una intervención estatal eficaz en la tarea de regulación y control de los mercados.
En este mundo globalizado, la humanidad se encamina hacia una sociedad de urbanización generalizada donde el concepto de desarrollo sustentable debe enfatizar el desarrollo como crecimiento económico pero también debe destacar las condiciones del desarrollo social en sus múltiples variables: educación, salud, trabajo y desarrollo cultural que junto con el crecimiento económico determinan un aumento en la calidad de vida. Por lo tanto, la sustentabilidad no tiene una única dirección económica, sino una visión integral del desarrollo que incluye lo social, lo cultural y lo ecológico.
Así, al hablar de desarrollo económico capitalista, Unión Por Todos propone un modelo de desarrollo que haga eje en la sustentabilidad económica, social, educativa, cultural y ecológica.

Para Union por Todos, el crecimiento económico de largo plazo se logra promoviendo reglas de juego claras y perdurables, que faciliten la inversión productiva, y un Estado eficiente y fiscalmente solvente enfocado al cumplimiento de sus funciones esenciales (Seguridad y Defensa, Administración de la Justicia, Educación, Salud, Seguridad Social, Relaciones Exteriores y Promoción del bienestar general) y a la promoción de políticas de crecimiento.

Las políticas de crecimiento, y el rol de control y regulación deben garantizar el desenvolvimiento fluido del comercio interior en igualdad de oportunidades, una política exterior consistente con la búsqueda y ampliación de nuevos mercados para colocar productos con valor agregado, una política laboral que aliente la creación de empleo a través de incentivos fiscales adecuados y programas de empleo, capacitación y formación laboral que fomenten el empleo social, educativo y productivo, y un sistema financiero y mercado de capitales sólidos y orientados al servicio de la inversión productiva.

El desarrollo deviene principalmente de la inversión privada que se genera con los estímulos mencionados, pero también requiere que el Estado provea un Plan de infraestructura (social, productiva y de conectividad) que preste atención a la dimensión urbano ambiental, de soporte a la expansión de la producción potencial y sea compatible con la solvencia fiscal.

En este sentido Unión Por Todos propone las siguientes acciones:

Ø Inversión permanente en servicios públicos eficientes, sean de gestión privada o estatal, con mecanismos de regulación y control, en los cuales la participación ciudadana sea efectiva.

Ø Planificar y controlar las actividades de producción y comercialización de las empresas de servicios públicos privatizadas.

Ø Implementación inmediata de mecanismos de licitación pública transparentes y accesibles, para que los futuros programas de obras públicas se ejecuten sin bolsones estructurales de corrupción.

Ø Desarrollar una infraestructura material a nivel nacional que se oriente en tres direcciones simultáneas: infraestructura social y de mejora en la calidad de vida de la población, infraestructura productiva local de la economías regionales orientada al mercado interno, e infraestructura productiva internacional orientada a la inserción del país en los múltiples mercados mundiales.

Para Union por Todos crecimiento y política social son dos caras de una misma moneda. La riqueza que una sociedad produce no se distribuye por derrame natural, una vez alcanzado el nivel máximo de acumulación de riqueza, lo cual provocaría que el vaso se derramara y beneficiara a todos los sectores sociales.
Unión por Todos plantea un Programa de Desarrollo que tenga como fundamento una nueva política social que considere de manera seria y responsable la problemática de la distribución del Ingreso.

Argentina posee una enorme desigualdad económica entre sus habitantes. El país es más desigual que cualquier país de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), o de Europa Oriental y que muchos otros de América Latina. Esto implica que la brecha entre los más ricos y los más pobres es extremadamente alta.
El alto nivel de desigualdad económica tiene costos considerables, a saber: aumenta los niveles de pobreza y disminuye el impacto del desarrollo económico destinado a reducirla, perjudica el crecimiento económico agregado cuando este se asocia a la falta de equidad en el acceso al crédito y a la educación, la desigualdad en el acceso al crédito significa perder oportunidades de inversión rentables para la economía en su conjunto, y la desigualdad de oportunidades educacionales limita la posible contribución a la sociedad de individuos talentosos que empujen la productividad económica hacia arriba.
La lucha contra la desigualdad económica extrema solo puede darse a través de mecanismos que aseguren la equidad distributiva. La mencionada equidad debe ser alcanzada revirtiendo los procesos de exclusión social creciente que azotan la estructura social argentina, y cambiando de manera radical la estructura tributaria regresiva del sistema impositivo argentino.

Unión Por Todos propone tres líneas de acción concretas para combatir la desigualdad extrema y plasmar una situación social con equidad distributiva:

Ø Se torna imperioso reconocer que el Estado brinda los bienes y servicios públicos (justicia, seguridad, salud, educación, transporte, infraestructura social y seguridad social) con niveles de eficiencia inaceptables, que afectan directamente a los estratos más humildes de la población. Se debe reducir la desigualdad en el acceso a los siguientes activos productivos: educación, tierra, propiedad e infraestructura.

Ø Se vuelve imprescindible mejorar el funcionamiento de las instituciones de mercado en beneficio de toda la comunidad a través de la profundización de la accesibilidad de toda la población al mercado financiero y al mercado de productos, y la creación de instituciones laborales más integradoras que equilibren adecuadamente la modernización de las relaciones laborales (necesaria para la integración económica internacional) con la protección integral de los trabajadores y sus familias (necesaria para un desarrollo social equitativo).

Ø El estado debe fortalecer su capacidad redistributiva, lo cual significa tornar eficiente la capacidad estatal de cobrar impuestos, generando además una responsabilidad compartida con Provincias y Municipios con un nuevo esquema de coparticipación moderno bajo el concepto de gestión responsable de cada estamento gubernamental, hacer que los tributos sean más progresivos, mejorando la eficacia de la recaudación tributaria de los impuestos a la renta personal y a la propiedad. Se deberá trabajar en una profunda reestructuración de la administración tributaria, simplificando el sistema impositivo, reduciendo los impuestos distorsivos y ampliando la base de recaudación hacia una formalización de la economía. Se deben reducir de manera drástica los impuestos que gravan el consumo y el trabajo, y eliminar los impuestos que exhiben niveles de ineficiencia alarmantes y que distorsionan la base impositiva (tales como el impuesto al cheque e ingresos brutos y retenciones a las exportaciones).











Union por Todos, el desarrollo humano es nuestra meta
Ana Abrahin, Celina Mc Lean, Matías Lobos

Para Unión por Todos el desarrollo humano es el objetivo fundamental de nuestro compromiso social y político.
Es un concepto integral que tiene al ser humano en el centro de la preocupación, y que integra al desarrollo como derechos los derechos sociales con el objeto de alejarse de las concepciones que consideran al ser humano un mero instrumento del mercado. Para ello el desarrollo económico tiene como fin acrecentar las capacidades humanas en salud, educación, calidad de vida, atención a todas las contingencias de la vejez, la niñez, las capacidades diferentes, la desocupación, el hábitat y el medio ambiente.
La decadencia y la pobreza son la consecuencia de décadas de desinversión social, corporativismo, corrupción y cambios permanentes de políticas de acuerdo al capricho de funcionarios que venían a hacer “nacer” a la Argentina todos los días.
Unión por Todos trabajara en rescatar todas las políticas positivas, toda la historia acumulada y el capital social y humano existente y convertir el desarrollo humano como una estrategia de todos y para todos. Será una autentica politica de estado donde involucraremos a todos los actores políticos, sociales, profesionales para lograr que las políticas de desarrollo humano con especial énfasis en la educación y la salud sean consideradas las prioridades nacionales por todos los actores.
La gravedad de la situación la conocemos todos. Hoy la pobreza afecta al 47% de los habitantes y la indigencia alcanza al 20% de la población urbana.
Después de una década de reformas económicas orientadas al mercado, la expectativa de una atenuación de los costos sociales producidos por las grandes transformaciones de la década del noventa se vio frustrada. Se asiste, entonces, al fracaso rotundo del pretendido "derrame" de los beneficios del crecimiento. El saldo es una economía vulnerable y una sociedad fragmentada, de extrema desigualdad en el reconocimiento de los derechos y el acceso a los bienes de sus habitantes.

Unión Por Todos propone la construcción de una estrategia de desarrollo humano basado en las siguientes prioridades


Educación para todos y por todos:

La educación es para Unión por Todos la prioridad ya que es la única variable que afecta simultáneamente la equidad social, la productividad económica y el desempeño ciudadano. Nuestra propuesta hará énfasis en los alumnos, formados en las competencias que les permitan insertarse activa y constructivamente en el mundo que les toca vivir, formados en valores personales, éticos, sociales y cívicos, espíritu critico, actitud emprendedora y capacitados para enfrentar situaciones complejas. Concentraremos nuestro esfuerzo en disminuir la deserción escolar, el bajo rendimiento y garantizar que la educación funcione como un verdadero instrumento de movilidad social ascendente.


Nuestros objetivos son

Ø Educación universal y obligatoria para niños desde los 4 hasta los 18 años. Escuelas de jornada completa, gestión responsable y capacidad para administrar su presupuesto. 1000 horas anuales de clase. Articulación entre niveles y jurisdicciones y articulación con universidades en el último año del polimodal. Docentes con titulo universitario, jerarquización y formación continua. Medición de calidad cada dos años para asegurar el rendimiento escolar. Universidad integrada a la comunidad con políticas de investigación básica y aplicada y capacidad para diseñar tecnología para el desarrollo, en el marco de una gestión comprometida con los resultados en términos de calidad y rendimiento (internacionalmente comparables).

Salud integrada y al servicio del ciudadano

La salud es junto a la educación los dos recursos básicos para el desarrollo humano. Por ello es que nuestra concepción es la de integrar los diversos subsistemas obras sociales sindicales y de dirección, prepagas, hospitales públicos). De esta forma tendremos cobertura médica de calidad y para todos. Dejaremos las islas corporativas que hoy conforman el sistema.

Nuestros objetivos son

Ø Centro en la atención primaria y la salud preventiva, acercando la atención a la población y concentrando en los hospitales públicos la complejidad. Utilización de toda la capacidad ociosa, hospitales de doble turno.
Ø Modernización funcional con sistemas de gestión responsable, descentralización presupuestaria, carrera y concurso publico, sistemas de información y de historia clínica única nacional.

Plan social integral frente al clientelismo y la corrupción
.
Ø Primero, la ejecución de un Sistema Integrado de Protección a la Familia que deberá proveer de protección social a los niños menores de 18 años que habitan hogares con ingresos inferiores a los $1.000 mensuales. Estos niños tendrán el derecho a percibir una prestación monetaria fija mensual, mediante una transferencia directa de ingresos en el marco de un programa que presente las siguientes características: universalización, adjudicación por demanda, eliminación de la figura del intermediario y erradicación del clientelismo político como práctica política, pago directo a los beneficiarios, e incorporación de la población informal y desocupada.

Ø Segundo, la puesta en funcionamiento de un Proyecto Educativo Dual. Los jóvenes argentinos tendrán derecho a permanecer en el sistema educativo, pudiendo optar por programas que los vinculen activamente al mercado de trabajo. Los objetivos que se pretenden alcanzar son los siguientes: retención de los jóvenes en la escuela con un sistema amplio de becas escolares (en la actualidad sólo el 51% termina la escuela media); lograr que los jóvenes que ingresen a la universidad no abandonen en primer año; y facilitarles el acceso al empleo ofreciendo, además de lo que ofrecen las escuelas técnicas orientadas a la industria, una formación en servicios, que es la demanda moderna de trabajo.

Ø Y tercero, la implementación de Oficinas de Empleo y Reconversión Laboral para solucionar los problemas de empleo de la población desocupada. El 45 % de la PEA exhibe severos problemas de empleo si sumamos el desempleo y la subocupación. Estas oficinas de empleo tendrán a su cargo las siguientes tareas: monitorear la oferta y demanda de mano de obra, capacitar a los desocupados con programas de reconversión laboral, y asesorar para la concreción de proyectos de emprendimientos productivos de desarrollo local.

El Plan Social Integral que le proponemos a los ciudadanos, y que aspiramos a que se convierta en un modelo a seguir por el estado nacional, tiene como finalidad sobresaliente la superación de un esquema corporativo y asistencialista de políticas sociales que ha llevado a asalariar la exclusión, y su reemplazo por un nuevo modelo de políticas sociales que contribuya a la construcción activa de ciudadanía social.


Union por Todos, hacia una nueva relación estructural entre Estado y Sociedad
José Miguel Onaíndia, Matias Lobos

La sociedad argentina tiene por delante la difícil tarea de fortalecerse frente al estado. Una sociedad autónoma e independiente del poder político pude aspirar a ejercer el control sobre los aparatos estatales. Una sociedad que se mantiene en un estado de pasividad generalizado, con atisbos intermitentes de participación política efectiva, contribuye al mantenimiento del actual estado argentino corporativo y a la reproducción permanente de la lógica clientelística en la acumulación de poder político.
Unión Por Todos propone reconstruir la relación entre el estado y la sociedad argentina a partir de dos líneas de trabajo estratégicas, a saber:

1. El mejoramiento de la calidad institucional del estado nacional.

Argentina ha transitado por innumerables debates estériles en torno al tamaño que debe tener el estado argentino, y en torno a las funciones básicas reservadas para el mencionado estado. Pero nada se ha dicho, desde una perspectiva pragmática, que el tamaño y las funciones del estado dependen de las coyunturas políticas e históricas específicas. Desde este punto de vista, las funciones y el tamaño de estado pueden y deben variar en el tiempo de acuerdo a las conveniencias de los momentos históricos determinados. Lo que no puede variar, y lo que debe permanecer inalterable en el tiempo, son los niveles altos de eficacia y de eficiencia de las políticas públicas ensayadas desde la estructura estatal. Los debates estériles mencionadas anteriormente han contribuido al ocultamiento del verdadero problema del estado argentino: sus políticas públicas ineficientes e ineficaces.

Unión Por Todos sostiene la necesidad de mejorar la calidad institucional del estado argentino a través de la implementación de las siguientes acciones:

Ø Construcción de una carrera fundada en los méritos para ocupar los cargos públicos en la administración pública nacional y en las administraciones públicas provinciales y municipales.

Ø Establecimiento de mecanismos genuinos de control ciudadano de la gestión pública en los niveles nacional, provincial y municipal.

Ø Ejecución de políticas efectivas de descentralización que acerquen los centros de decisiones gubernamentales a las realidades sociales locales y particulares.

Ø Generación de un sistema de administración de las políticas sociales universal que construya ciudadanía social y desmantele las redes clientelares de acumulación del poder.

Ø En síntesis, construir un estado que se oriente a la satisfacción de las necesidades de la gente con servicios públicos eficientes y democráticos, es decir, garantizando a todos los habitantes de la república el acceso a los mencionados servicios públicos. Argentina ha debatido los últimos años a cerca de la conveniencia de embarcarse en un proyecto de privatización de sus servicios públicos. Lo que no debatieron los defensores de un estado empresario con servicios públicos en manos estatales, y los admiradores de un estado mínimo con servicios públicos privatizados, es la verdadera cuestión en torno a los servicios públicos: su real democratización. Lo que no advirtieron unos y otros, es que ni con el estado empresario ni con el estado mínimo se aseguró un acceso masivo de la gente al uso de los servicios públicos.

Unión Por Todos propone la construcción de un estado regulador eficiente que garantice el acceso de todas las personas a la disponibilidad de los servicios públicos.

2. Un programa de fortalecimiento genuino de las organizaciones sociales que trabajan en el campo de la sociedad civil.

Un estado eficaz y eficiente solo puede construirse con una sociedad autónoma e independiente del poder político. Una sociedad pasiva contribuye a la consolidación de un estado corporativo y prebendario.
Desde estas premisas elementales, Unión Por Todos apela a la responsabilidad individual de las personas que conformamos la comunidad argentina para la puesta en funcionamiento de un efectivo programa de fortalecimiento de la sociedad civil.
Para cumplir con el objetivo señalado en el párrafo anterior, Unión Por Todos le propone a la sociedad argentina trabajar en las siguientes líneas estratégicas:

Asociación.

Ø La sociedad argentina asiste a la conformación de múltiples y diversas organizaciones sociales que surgen frente a las necesidades de la gente sobre temas públicos puntuales.
Ø Unión Por Todos considera saludable para la vida democrática de la comunidad nacional la organización de las personas en instituciones que se conforman con la simple finalidad de resolver problemas públicos específicos.

Cooperación.

Ø Pero si bien resulta saludable para la democracia argentina el asociativismo social por temas puntuales, también es cierto que los problemas sociales son multicausales, y por ende, las organizaciones sociales deben tender puentes de cooperación entre ellas que ayuden al diseño y ejecución de políticas públicas efectivas que remuevan las causas de los problemas sociales y no ataquen simplemente los efectos de los mencionados problemas.

Gestión pública asociada.

Ø Unión Por Todos propone un modelo de gestión asociada de las políticas públicas. Dicho modelo presupone no considerar al estado como el único actor de la política pública. El modelo de gestión pública asociada supone la suma de esfuerzos entre los actores gubernamentales y los actores de la sociedad civil. Implica la apertura de los aparatos de gestión estatal a la participación de las organizaciones sociales, advirtiendo la oportunidad de saber aprovechar la experiencia y el conocimiento de las realidades locales que ofrecen las organizaciones de la sociedad civil. Pero dejando bien en claro que este modelo no supone la simple tercerización de la política pública en manos de las organizaciones civiles. Este modelo le reserva un papel clave al estado en la planificación, ejecución y control de la política pública. Pero también le reserva al conjunto de las organizaciones sociales un rol clave en la gestión de las políticas públicas.

Pluralismo democrático.

Ø Unión Por Todos advierte sobre la necesidad de respetar una forma de vida social centrada en los principios y valores republicanos, sosteniendo que dichos valores y principios nos alejan como comunidad de dos grandes riesgos: la tiranía de las minorías y la tiranía de las mayorías.



Union por Todos, un triangulo virtuoso: Ética de la convicción, ética de la responsabilidad y valores en acción.
Francisco Von Wuthenau, Luís González Lanuza

Unión Por Todos ha decidido orientar su accionar político estratégico y las conductas políticas cotidianas de sus dirigentes; conforme a la ética de la convicción, a la ética de la responsabilidad y a la imperiosa necesidad de volcar los valores éticos a la acción política.

1. Ética de la convicción y Ética de la responsabilidad.

Es preciso que veamos con claridad que toda acción éticamente dirigida puede acoplarse a dos máximas cuyos fundamentos difieren entre sí irremediablemente: es posible orientarse de acuerdo con la "ética de la convicción" o conforme a la "ética de la responsabilidad". Naturalmente, no es que la ética de la convicción sea igual a la falta de responsabilidad, ni que la ética de la responsabilidad sea semejante a la falta de convicción.
Las acciones políticas orientadas por la ética de la convicción tienen como fundamento último y primigenio las profundas convicciones de quienes han emprendido las mencionadas acciones. Quienes fundamentan su accionar exclusivamente en esta ética no sopesan las potenciales consecuencias de sus acciones políticas. Por lo tanto, los dirigentes que toman decisiones guiados solo por sus convicciones no se sienten responsables de las consecuencias que estas decisiones provoquen.
Las acciones políticas orientadas por la ética de la responsabilidad tienen como fundamento último y primigenio la evaluación racional de las posibles consecuencias que pueden generar las mencionadas acciones. Quienes fundamentan su accionar exclusivamente en esta ética tienden a posicionar la evaluación de las consecuencias de sus acciones políticas por encima de sus convicciones ideológicas.
Las acciones políticas que se orientan abiertamente hacia la ética de la convicción corren el riesgo de terminar en el fundamentalismo ideológico. Por el contrario, las acciones que son dirigidas únicamente por la ética de la responsabilidad pueden concluir en la inmovilidad o parálisis política. La ética de la convicción envuelve a las acciones con la pasión, necesaria esta última para emprender desafíos audaces. La ética de la responsabilidad le imprime al accionar político dosis apropiadas de mesura, necesaria ésta última para no quedar empantanados en proyectos inalcanzables.
La política estriba en una prolongada y ardua lucha contra tenaces resistencias, para lo que se necesita de pasión y mesura en forma simultánea.
Union por Todos considera a la ética de la convicción y a la ética de la responsabilidad como las características básicas de nuestro accionar político.

Ø La verdadera destreza política reside en la combinación sabia de convicción y responsabilidad, que no es otra cosa que la combinación armónica de pasión y mesura, para saber emprender empresas riesgosas y tomar decisiones haciéndose plenamente responsable de las consecuencias que dichas acciones generan.


2. Valores en acción.

Unión Por Todos aspira a convertirse en un partido de mayorías, integrado a la sociedad en su conjunto, comprometido con los sectores más desprotegidos y con plena conciencia del valor del esfuerzo de largo plazo.

Ø Un partido popular, valiente, innovador, orientado al bien común por sobre los intereses sectoriales o particulares y cuyo programa enfatiza la necesaria renovación de las instituciones de la República.

Ø Un partido abierto, serio, coherente y eficaz, que alienta la participación ciudadana, con dirigentes honestos y confiables, comprometidos con la creación de una nueva cultura política, transparente, cercana a la gente, que trascienda lo coyuntural y lo mediático.

Ø Un partido que defiende la Constitución Nacional como base de la igualdad ante la ley y de la convivencia social.

Nuestros lineamientos estratégicos

Ø A través de Unión Por Todos, aspiramos a desempeñar un papel protagónico y ejemplar en la instauración de un buen gobierno, en el fortalecimiento de las instituciones y en la inserción de la Argentina en el mundo.

Ø Aspiramos a que Unión Por Todos sea reconocido como la expresión de una nueva cultura política, seria, creíble, capaz de cerrar la brecha entre representantes y representados, comprometido en su gestión con el bien común y en condiciones de dar respuesta a los problemas inmediatos sin perder de vista el largo plazo.

Ø Frente a los restantes partidos políticos, marcaremos la diferencia de Unión Por Todos a partir de nuestro compromiso con la construcción de un partido sólido, que vaya más allá de un proyecto exclusivamente electoral.

Ø Construiremos Unión Por Todos, simultáneamente, desde abajo hacia arriba y viceversa.

Ø Impulsaremos toda iniciativa valiosa que promueva, en los distintos sectores de la sociedad, un creciente interés por la cosa pública; apoyaremos asimismo las acciones que contribuyan a construir ciudadanía y a superar el escepticismo, dando cabida a las aspiraciones de una sociedad pluralista.

Ø Daremos sentido a la participación en Unión Por Todos como vehículo para construir un bien social y no un rédito individual, como ámbito del esfuerzo y no del privilegio. Pondremos énfasis en dar previsibilidad a nuestros pasos y en asegurar el estricto cumplimiento de lo comprometido, así como el respeto a las normas internas y externas.

Ø Formaremos nuestros cuadros para actuar en función de gobierno o como controladores de los actos de gobierno, si somos oposición. Nos proponemos generar nuevos líderes, hombres y mujeres con vocación política y conscientes de la importancia del ejemplo en su actuación.

Ø Asignaremos una proporción significativa del esfuerzo a contar, en los niveles federal, provincial y municipal, con planes de gobierno permanentemente actualizados, elaborados en consulta e interpretando las aspiraciones de la gente.

Ø Trabajaremos con otros partidos políticos del mundo que compartan nuestra cosmovisión.



Unión por Todos, insertar Argentina en el mundo desde nuestros valores e intereses nacionales
Juan Carlos Neves, Guillermo Yanco, Roberto Romeo, Aurora Padín, Matías Lobos, Juan Manuel Agüero

La política internacional actual puede describirse identificando dos ejes fenomenológicos dominantes. El primero es el conflicto entre el derecho internacional conforme se estructuró a partir de la creación de las Naciones Unidas y la renovada vigencia de la “política realista” (real polítik), que privilegia el poder en las relaciones internacionales, desencadenada a partir de los atentados del 11 de septiembre del 2001
El segundo fenómeno es el de la globalización, elemento que acentuó la asimetría entre los Estados y generó reacciones nacionalistas en diversos países, versus la regionalización que surge mediante la constitución de bloques con reglas homogéneas que trascienden los aspectos económicos para llegar a estructurar el primer superestado, la Unión Europea.
El derecho internacional, entendido como un ordenador de las relaciones internacionales, ha sido un factor determinante en la transferencia de la competencia nacional a la internacional en la segunda mitad del siglo XX. Con la creación de las Naciones Unidas y la anatematizaciòn de la guerra como elemento válido para la resolución de los conflictos, comienza una sucesiva creación de tratados y Organizaciones Internacionales Intergubernamentales que influencian las relaciones entre Estados y el funcionamiento de los Estados mismos. Podemos citar como ejemplo el Fondo Monetario Internacional, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Marítima Internacional, tratados sobre derechos humanos, control de armas, etc. Por cierto, este avance del derecho no hace olvidar las limitaciones propias del derecho internacional cuyos instrumentos jurídicos solo son válidos para los Estados que los aceptan, al igual que sus tribunales y jueces. Que se sustenta en una organización que no posee un poder militar o de policía propio y que acepta la existencia de sujetos desiguales. (Por ejemplo, las naciones con derecho a veto en el consejo de seguridad de la ONU).
Sin embargo, pese a todas las limitaciones, el predominio del derecho internacional alcanza su momento de apogeo al término de la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos proclaman el Nuevo Orden Mundial.
El mundo asiste entonces a la primera experiencia de una nación con poder dominante, no equilibrado por el resto de los estados, pero sujeta a un régimen democrático que asegura la renovación de su liderazgo político y la existencia de una opinión pública influyente. Es la naturaleza imperial del poder hegemónico la que deberá someterse al superior imperio del derecho y la normativa internacional.
Esta favorable expectativa se modificó dramáticamente ante los ataques terroristas del 11 de septiembre, los que se constituyeron en la causa eficiente para que los EEUU reimpusieran la vigencia de una política de corte realista, fundada en la aplicación de su poder, que se materializó en un concepto de guerra preventiva, ajeno y aun opuesto a los preceptos básicos del derecho internacional.
El segundo eje contempla la actitud ante la globalización y la regionalización crecientes como fenómenos internacionales. La inserción en el mundo globalizado exige ciertas reglas que podemos sintetizar en cuatro cuestiones básicas, a saber: economía de mercado, democracia pluripartidista, libertad de prensa y respeto por los derechos humanos.
Sin embargo, la participación en el mundo global de la libre economía y las empresas internacionales, no ha sido un factor contribuyente a un reparto más equitativo de la riqueza. Antes bien, la superior capacidad de las naciones altamente industrializadas para aprovechar las oportunidades del nuevo paradigma se convirtieron rápidamente en un factor determinante para el aumento de su beneficio en detrimento de otros actores con menores posibilidades. El sistema económico internacional marcha hacia la conformación de bloques regionales que integran a las economías nacionales. Esto supone que los estados nacionales ya no solo pueden diseñar sus políticas económicas en base a las realidades económicas nacionales, sino que deben estructurar sus estrategias de desarrollo económico con una visión supranacional que contemple esta nueva realidad.
En el marco de este análisis general Unión Por Todos afirma la necesidad de adoptar una política internacional que reconozca los siguientes aspectos:
Ø La Argentina debe desarrollar sus estrategias en el marco de la defensa del derecho, del fortalecimiento de la ONU y la reforma del Consejo de Seguridad.

Ø Desarrollo de una política exterior responsable que tienda a preservar la estabilidad regional y evitar que su agenda de desarrollo se vea desplazada por temas de seguridad. En este contexto, debemos desarrolla con EEUU una política seria y madura, alejándonos estratégicamente de posturas antagónicas e igualmente perjudiciales para la Nación: el enfrentamiento visceral con la gran potencia del norte o el retorno a las “relaciones carnales infantiles” de la década del noventa.

Ø Sustentar nuestra oposición a la doctrina de los ataques preventivos que fortalecen la unipolaridad y entraña para el sistema político internacional efectos riesgosos. Consideramos dejar en claro los mencionados efectos: aumento de los niveles de belicosidad y conflicto en términos de terrorismo internacional (a los cuales se pretende combatir y generando los efectos contrarios); jerarquización en la agenda de los temas bélicos en detrimento de los temas que hacen al desarrollo económico de los países pobres; y aumento de la inestabilidad política en el mundo, lo que dificulta la consolidación de regímenes democráticos.

Ø Trabajar junto a todos los actores internacionales que promuevan el multilateralismo en la estructura de toma de decisiones del orden político mundial, ya sean estos actores gubernamentales, interestatales y organizaciones no gubernamentales internacionales.

Ø La integración económica regional constituirá un objetivo prioritario a ser considerado en una política de estado integral y estable en el tiempo que combinara inteligentemente las políticas de apertura económica y desarrollo de la producción local para el logro del bienestar de la población

Ø Las disimilitudes sociales, culturales, laborales y de estructuras de estados hacen que estos tipos de integración deban hacerse en forma paulatina, escalonada y responsable. Es preferible tener un acuerdo básico eficiente, que suscribir acuerdos que no se cumplirán.

Ø Avanzar en políticas de defensa y seguridad regionales, atendiendo a los problemas comunes que afectan a toda la región: narcotráfico, guerrilla, terrorismo, problemas ambientales.

Ø Profundizar y ampliar los acuerdos comerciales contenidos en el MERCOSUR, pero advirtiendo sobre los efectos que entraña para la economía argentina una economía mucho más poderosa como es la brasileña. Teniendo en cuenta la posibilidad de estos efectos es necesaria la construcción de instituciones jurídicas, políticas y comerciales que imposibiliten la discrecionalidad de todos los actores. En este sentido debemos trabajar en procesos de colaboración y facilitación para que todos los países accedan a standards determinados como el fue el proceso de Maastrich.

Ø Percibir a los procesos económicos implicados en la GLOBALIZACIÓN como VENTANAS DE OPORTUNIDADES a ser explotadas por políticas comerciales agresivas y competitivas. La política exterior argentina debe explotar los nichos de mercado que genere el comercio internacional, a partir de productos nacionales que sean identificados por la “MARCA ARGENTINA”. Será tarea de las embajadas de la República en el exterior la difusión de los productos argentinos.

Ø Afirmar la conveniencia de que todos los países involucrados en el MERCOSUR adopten como modelo de desarrollo la economía capitalista con equidad distributiva, base capital para todo tipo de democracia en el mundo moderno. En este sentido debemos también tener como base para el funcionamiento de esta economía la vigencia de los derechos humanos, es decir el respeto a los mismos y la aplicación de un sistema laboral y de seguridad social que contemple las necesidades sociales básicas de la población a la salud, a los riesgos contra los accidentes de trabajo y a la jubilación, entre otros.

Ø Afirmamos la necesidad del encuentro de los países latinoamericanos con la mirada puesta en el crecimiento y desde allí también tener presente acuerdos con otros bloques regionales.

Ø Sostenemos la necesidad que todas las políticas a desarrollar sean en el marco republicano y democrático, teniendo como protagonistas esenciales para su implementación y ejecución a los partidos políticos, imbuidos éstos de contenidos fundamentales como la transparencia, la democracia interna y una fluida y reconocida relación con la sociedad civil.

Por último creemos necesario comenzar a avanzar hacia estructuras políticas de coordinación supranacional, que posibiliten la estructuración conjunta de políticas de desarrollo institucional y económico que beneficien equitativamente a todas las comunidades latinoamericanas implicadas en los procesos de integración económica regional. Proponemos entonces la creación de un PARLAMENTO SUDAMERICANO como organismo legislador de las futuras políticas del bloque.


Mensaje final:

Unión por todos seguirá construyendo una nueva cultura política donde los valores se pongan en práctica. Como lo hemos hecho con esta formidable construcción colectiva de nuestros principios y nuestras ideas. Estamos trabajando en la puesta en marcha de un espacio social y político alternativo al poder descompuesto de los partidos del sistema, una cultura política favorable al cambio y al progreso.
Una politica con el ciudadano, para el ciudadano y por el ciudadano.
Todos están convocados a ser parte de este desafío.
Unión por Todos tiene las puertas abiertas y es AHORA ARGENTINA.
Se puede, claro que se puede!
Patricia Bullrich



Union por Todos construyó sus principios políticos con la participación de todos sus integrantes

No hay comentarios: